La seguridad vial, un problema de todos
Queremos
contribuir a que desde la escuela, se repiense el sistema del tránsito como una
construcción social, y considere a los transeúntes como operadores del cambio.
La
Organización Mundial de la Salud ha categorizado como "epidemia" a
los siniestros de tránsito, pues constituyen la décima causa de muerte en todo
el mundo y se proyectan, si no se toman medidas al respecto, como la tercera
causa de mortalidad mundial para el año 2020.
En
el año 2005, el defensor del pueblo de la Nación, organizaciones de la sociedad
civil, la Organización Mundial de la Salud y distintas instituciones públicas
elaboraron un informe especial sobre seguridad vial, en el que se recomienda a
las autoridades nacionales, provinciales y municipales prever las medidas
necesarias para resolver la problemática vial.
Dada
la magnitud del problema, se hace necesario un compromiso público y social para
resolverlo.
Entre
las recomendaciones y propuestas plasmadas en el informe citado se destaca la
necesidad de la educación vial para todos los niveles de enseñanza -desde el
Inicial a los universitarios y de posgrado- como una de las condiciones
esenciales para un abordaje significativo. Teniendo en cuenta al factor humano
como la causa más importante de siniestralidad en el tránsito, se considera que
la educación es la estrategia fundamental para la prevención.
Considerando
la magnitud del problema, el 30 de noviembre de 2006, el Poder Ejecutivo
Nacional declaró el año 2007 como el "Año de la Seguridad Vial", a
través de decreto 1.724. Pues, constituye un objetivo prioritario para el
Gobierno Nacional dar solución a la problemática vinculada con la seguridad
vial, aplicando políticas de prevención que contribuyan efectivamente a disminuir
el número de víctimas de accidentes de tránsito y las consecuencias de los
daños materiales ocasionados por los mismos.
Está
comprobado que, de los tres componentes que interactúan en el sistema del
tránsito (el ser humano, el vehículo y el ambiente), es el ser humano el
causante principal de los siniestros de tránsito. Por eso, la educación
sistemática constituye uno de los pilares principales de acción pública para la
seguridad vial y la prevención de accidentes.
La
inseguridad vial conlleva un problema de derechos, porque vivir, gozar de la
salud y de la integridad física y psíquica, transitar libremente, movilizarse,
permanecer en el espacio público y participar de todos los eventos sociales y
culturales que se desarrollen en ese ámbito son derechos fundamentales
reconocidos en el ordenamiento nacional y en los sistemas jurídicos
provinciales. El Pacto de San José de Costa Rica expresa en su artículo 5º:
"Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, moral y
psicológica", y en ello se funda la reparación civil.
Niños,
jóvenes y adultos debemos estar preparados para cuidar nuestra propia vida. Es
necesario comenzar esta preparación desde pequeños, en la familia, la escuela y
la sociedad en general. Ya desde el Nivel Inicial se tratan los valores, los
deberes y derechos de las personas: en ese marco podemos empezar a educar al
transeúnte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario